martes, 29 de julio de 2008

Acá no se puede criar nada

José, ¿a qué se dedica?
Hace nuevo años que estoy acá criando cerdos, pero hace aproximadamente cinco años empezó el problema grave de que no se pueden criar. Se mueren. Nacen los lechones y se mueren. Inclusive se mueren de grandes también. Y cuando son grandes, cachorros, los curamos por neumonía, pero no reaccionan a los antibióticos.

¿Por qué los curan por neumonía? ¿Presentan síntomas de esa enfermedad?
Presentan los síntomas de neumonía, pero les inyectamos los antibióticos y no responden.

¿Eso indicaría que entonces no se trata de neumonía?
Claro, no, no. Si hasta han nacido lechones defectuosos, sin ojos. Así tenemos permanente. Y ahora en el lapso de tres meses ha nacido una tanda de veintinueve, de los que se criaron cuatro. Y en otra tanda nacieron catorce, hace quince o veinte días, y no quedó ninguno. Se murieron todos. Y yo traigo por ejemplo chanchas de otro lado para cría y dan cría lo más bien. Inclusive esos lechones no tienen neumonía ni nada, se crían perfectamente.

¿El problema es entonces con las crías de las chanchas que hace tiempo están acá?
Sí, el problema son las crías de las chanchas que están en este lugar. Después tengo el problema de las chanchas estériles. El 50% de las chanchas que selecciono para madres, quedan estériles y no dan cría. La mayor parte son estériles y sino, algunas abortan antes de tiempo. Es un problema que tenemos acá, que no se puede criar nada.

¿Ha encontrado alguna explicación para esto que pasa? ¿Algún veterinario le ha sabido explicar?
Sí, hemos descubierto un tipo de contaminación. En una autopsia que le hicimos a uno descubrimos que los intestinos estaban rojos, el hígado estaba que parecía un coagulón de sangre, cocinado prácticamente.

¿Y ahora cómo sigue su actividad económica?
Es un problema. Yo estoy desesperado ahora, porque yo alquilo aquí y ahora estoy buscando para alquilar otro campo para irme, porque acá no se puede, estoy trabajando inútil y yo vivo de eso.

José Orozco
Criador de cerdos
Potrero del Estado

1 comentario:

  1. Los cordobeses somos rehenes de un régimen de corrompidos que utilizan la política para abultarse los bolsillos.

    Son gente de cuarta, improvisados, ignorantes y soberbios que piensan que la impunidad los va a proteger para siempre.

    Uno de esos paradigmas es el corrupto Rubén Daniele, un personaje que lucró siempre con la política. Fue hasta diputado de De la Sota y está atornillado al sillón del sindicato de municipales presionando intendentes como viene acostumbrado desde los tiempos de Mestre y Martí con los que era chancho amigo. (Lo de chancho no va por el apelativo que tenía Ramón Mestre)

    Cuando De la Sota se enojó con Kammerath, después que el “Turco” Menem les levantó las manos juntos en la Plaza San Martín en la campaña. El “Gallego” le encargó vía la sanjuanina Riutort, la tarea de armar un plebiscito a Daniele contra Germancito por unos buenos mangos.

    Rubén Daniele, que cada vez que quiere romper vidrieras les paga cajitas de vino tetra brick a los de Parques y Paseos para salir a patotear a la gente que le toque en desgracia andar por el centro de Córdoba cuando a éste tipo se le ocurre armar líos.

    Rompieron las vidrieras de los comerciantes cuantas veces quisieron. Quemaron hasta las palmeras de la Plaza San Martín y nadie les hizo nada.

    Al pobre negro desocupado que vende choripanes en la plaza, le destruyeron un viejo Jeep Gladiator que tiene para transportarse siendo que los municipales andan en coches cero kilómetro. De eso tampoco nadie se ocupó.

    Córdoba es la ciudad de la mentira, del acomodo y de la trampa, y me siento avergonzada de ser cordobesa con semejantes animales que la gobiernan.

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