jueves, 1 de abril de 2010

"Soñado, esperado, histórico: hoy es 1° de abril"

Muy buen día para todos y todas. Este es un gran día para nosotros. Es un día soñado desde hace muchos años. Esperado desde hace un año. Y será histórico cuando hayan pasado los años. Hoy es 1° de abril de 2010. Hoy, hace apenas unos minutos, se cerró formal y definitivamente el ingreso de basura al predio de residuos que tenemos acá, en Potrero del Estado, muy cerca de nuestras casas.

Anoche, a la madrugada, asistimos a la salida del último camión que descargó basura en este vertedero, que funcionó durante 28 años. Aquí se depositó la basura producida por la segunda ciudad más poblada del país. En los últimos tiempos, más de 2.000 toneladas diarias de residuos se dispusieron en este lugar.

Al principio, no sabíamos que un basural era un riesgo. Muchas de nuestras familias ya vivían en esta zona. Bouwer es un pueblo que tiene 102 años. Es nuestro lugar con anterioridad a la basura. Nos dimos cuenta del peligro de convivir con un basural a medida que veíamos crecer la montaña, a medida que nuestro aire se volvía irrespirable.

Esa montaña será para siempre parte de nuestro paisaje, pero a partir de ahora, es también la demostración de que se puede aun contra lo que parece imposible. Hoy nos reunimos a celebrar justamente eso: el poder de la organización, la acción colectiva. Hemos visto que trabajando juntos conseguimos hasta lo menos pensado.

Por eso, les agradecemos por estar aquí, acompañándonos como lo han hecho durante estos años de lucha. Ustedes también contribuyeron a esto cuando nos invitaron a una charla o a una marcha, cuando publicaron noticias sobre nuestra pelea, cuando nos acompañaron durante una volanteada y cuando leyeron lo que nosotros teníamos para decir.

Elegimos este lugar no solo porque está a metros de la entrada al vertedero, sino porque es el lugar donde hemos pasado noches de protestas impidiendo el ingreso a los camiones de basura cuando los funcionarios no entendían otras formas.

Este también es el lugar del cartel que desde hace 100 días está firme allí, recordando el plazo de cierre del basural. Este cartel hoy marca el día 0. La cuenta regresiva llegó a su fin. Ya no entra más basura a Bouwer. Hoy empezamos una nueva cuenta. Por eso los invitamos a compartir el primer día sin basura. Es el primer día sin nueva basura. Es también el comienzo de una nueva etapa de nuestra lucha: la remediación de este predio.

Todo esto, este lugar tan simbólico, este logro nuestro, este final y este comienzo quedarán también plasmados. El cartel que hoy nos recibió anunciando el día 0 será intervenido mientras estemos acá. Vamos a cambiar su contenido para que ahora exprese el sentimiento de este día. Daniela Arce, nuestra artista plástica local, será la encargada de esta tarea, para que luego nos vayamos de acá dejando un nuevo mensaje público.


Isabel Pires, vecina de Bouwer,
en el acto por el cierre del vertedero.

Yo quiero contarles acerca de nuestras protestas. Yo participé desde el principio en este grupo de vecinos. Nuestras primeras apariciones públicas para reclamar en contra del basural fueron en el concejo deliberante de Córdoba, justamente cuando se hacían audiencias públicas para prolongar por 8 años más la vida útil de este vertedero.

Nos disfrazamos, nos pintamos, hicimos una puesta en escena acompañadas de carteles, bolsas de basura. A mí me toco representar a un funcionario con saco y corbata, maletín y guantes blancos. Esos son los que hacen negocios con nuestra salud. Es más fácil hacer eso que hacer las cosas como se deben hacer.

Cada protesta nos llevaba reuniones para pensar cómo la íbamos a hacer, para conseguir los materiales que necesitábamos y para armar las cosas.

Así hubo otras protestas, donde nos vestimos de monstruos deformados por la acción de la basura. También nos vestimos de presos de la basura y hasta fuimos a pedirle la renuncia a un funcionario de la provincia.

Hicimos volanteadas, siempre con carteles, cuando se podía, también con murga y siempre con una sonrisa porque nunca quisimos molestar, sino que nos vieran y nos escucharan, que se entendiera lo que nos estaba pasando.


Juana Sosa, vecina de Bouwer,
en el acto por el cierre del vertedero.

Yo les voy a contar de un momento de la lucha necesario que fueron los cortes de ruta. Esas medidas de protesta fueron hacia el final, cuando ya se nos habían agotado los recursos. Habíamos llegado hasta a la justicia para denunciar lo que pasaba en Bouwer: la justicia provincial y la federal; la justicia penal y la civil. Nos habíamos reunido con los funcionarios y mientras nos decían que entendían y que teníamos razón, invitaban a más municipios para que enterraran su basura acá.

Por eso nos vinimos a parar sobre la ruta en distintas oportunidades. Siempre tuvimos claro que no teníamos que molestar a las personas que transitaban por acá, porque justamente queríamos que nos apoyaran y no que sintieran bronca hacia nosotros por impedirles el paso. Fuimos exitosos con eso, porque cuando necesitamos cortar la ruta, la gente ya nos conocía y nos apoyó.

Estar en la ruta no es fácil ni lindo. Las horas se hacen largas, hace frío, es inseguro, la familia queda sola en la casa. Se siente hambre o ganas de tomar algo calentito a la noche y fresquito durante el día. Hay que hacer pis al costado de la ruta. Pero entre las que estábamos tratamos de pasar el rato, organizamos juegos y una noche hasta hicimos un desfile con la ruta como pasarela.

Nuestro corte fue selectivo y solo obstaculizamos el paso de los camiones que traían basura. Más de 80 camiones de basura quedaron sin poder descargar durante un día. La recolección se atrasó y demoró tres días en normalizarla.

Recién así logramos que los funcionarios responsables de esto vinieran a hablar con nosotros y nos prometieran una solución. Primero fue sin plazo. No quedamos conformes y a los tres días nos dijeron que el plazo era de un año. Durante ese período seguimos casi sin contacto y se acercaron nuevamente cuando necesitaron pedirnos una prórroga. Pero nos mantuvimos firmes con la fecha que habíamos acordado y ellos cumplieron. Ahora seguiremos peleando hasta conseguir la remediación.

Verónica Ferrer, vecina de Bouwer,
en el acto por el cierre del vertedero.

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